El juicio llega tres años y tres meses después de los ataques en Barcelona y Cambrils, que dejaron 16 muertos, y lo hace con las acusaciones divididas.
En España, arranca el juicio de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils, con los tres acusados negándose a responder a la Fiscalía.
El juicio llega tres años y tres meses después, con pocas víctimas y público en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, por las restricciones de la pandemia, y con las acusaciones divididas.
Entre las acusaciones de la Fiscalía no está el asesinato, tal y como reclaman algunas de las acusaciones particulares, que también piden la prisión permanente revisable para los dos presuntos miembros de la célula yihadista que se sientan en el banquillo de los acusados. Son Mohamed Houli, para quien la Fiscalía pide 41 años de cárcel y quien se mostró arrepentido; y Driss Oukabir, para quien se solicitan 36 años de prisión. Oukabir, al igual que el tercer acusado, para quien se reclaman ocho años, negaron pertenecer a la célula yihadista.
En esta primera sesión del juicio se mostraron vídeos inéditos. En uno se ve a tres de los terroristas preparando chalecos explosivos y lanzando amenazas.
La mayoría de los miembros del comando murieron durante la preparación de los ataques, o después, a manos de las fuerzas del orden.
La masacre se llevó a cabo el 17 de agosto de 2017, en Las Ramblas de Barcelona y en Cambrils. Murieron 16 personas, entre ellas dos niños de siete y tres años.