En Francia, cientos de católicos reclaman poder ir a misa y protestan contra el cierre de las iglesias por el confinamiento desde el pasado 20 de octubre.
Cientos de católicos franceses protestan contra el confinamiento y reclaman poder ir a misa. En Versalles, al oeste de París, unos 800 fieles protestaron contra el cierre de las iglesias desde el pasado 20 de octubre.
Manifestaciones también en Burdeos... de rodillas y con cánticos religiosos. Mientras la jerarquía pide a los fieles "calma y prudencia", el ministro del Interior amenaza con disolver las congregaciones mediante las fuerzas del orden.
"Estamos en una República y entre los fundamentos de la República está también el respeto al culto de los demás. Es fundamental: no estamos en un sistema anticlerical. Solo pedimos poder hacer las compras el sábado y asistir a misa el domingo", reclama Emmanuel, católico de Burdeos.
"La iglesia me hace falta, porque forma parte de nosotros, Entre el alma, el espíritu y el cuerpo... y hay algo que echamos en falta", explica esta otra señora que se manifiesta ante la Iglesia.
En Londres, la policía disolvió un servicio religioso en la Iglesia del Angel, donde a pesar del confinamiento por la pandemia de COVID-19 siguen manteniendo algunas de sus actividades como repartir comidas a personas mayores en cuarentena o ayudar con un banco de comida a gente sin hogar.