Más alivio que alegría ante un acuerdo que debe ser ratificado ahora por el Parlamento británico.
El pacto post-Brexit entre el Reino Unido y la Unión Europea es ya una realidad y está suscitando una cadena de reacciones.
Para el presidente de Francia, Emmanuel Macron, la unidad y la firmeza europeas han dado su fruto.
"El acuerdo con el Reino Unido es esencial para proteger a nuestros ciudadanos, nuestros pescadores, nuestros productores. Nos aseguraremos de que así sea. Europa avanza y puede mirar, unida, soberana y fuerte, hacia el futuro".
También en su cuenta de Twitter el primer ministro de Irlanda, ha expresado su alivio: "El acuerdo es más que bienvenido después de cuatro largos años de negociaciones. Aunque echaremos de menos al Reino Unido de la Unión Europea, el hecho de que haya un acuerdo significa que podemos centrarnos en cómo gestionar una buena relación para los años venideros".
Por su parte, el primer ministro de Irlanda del Norte ha asegurado que "un acuerdo comercial sensato entre el Reino Unido y la Unión Europea es el resultado más favorable para Irlanda del Norte".
En un tono radicalmente opuesto, la ministra principal escocesa, la nacionalista Nicola Sturgeon, ha recordado que el Brexit se ha consumado en contra de la voluntad de Escocia. "No hay ningún trato que compense lo que el Brexit nos quita. Es hora de trazar nuestro propio futuro como una nación europea independiente".
En la norteña localidad de Boston, la más partidaria del Brexit del Reino Unido, el entusiasmo es visible aunque se palpa el hastío de tantos años de negociaciones y altibajos:
"Es un bonito regalo de Navidad para el país a corto y largo plazo. Creo que las negociaciones se habían prolongado demasiado tiempo", dice David Ashby, desempleado.
"No creo que vaya a ser bueno. Para empezar no creo que haya sido buena idea. Pero es lo que hay y solo queda esperar y ver", señala por su lado Andy Finch.
En resumen, más alivio que alegría ante un acuerdo que debe ser ratificado ahora por el Parlamento británico.