Parece una gatita por lo minúscula que es, pero en realidad es una tigresa, orgullo de sus cuidadores, ya que fue rechazada por su madre y hubo que separarla de ella y darle el biberón para que sobreviviera. Esta es la historia de Nieve.
No es una gatita, es una trigresa blanca de Bengala. Nieve, así se llama, nació en el Zoo Nacional de Nicaragua hace una semana , con un peso de 954 gramos. Ahora duerme en el regazo de Marina Argüello, su cuidadora.
"Para nosotros es una luz en el camino. Que haber nacido un animalito y sobre todo ésta especie, de que los padres son de color amarillo natural y éste nacer blanco. Y haberla salvado porque la madre no la quiso amamantar es una oportunidad más que se le está dando a la naturaleza, para reproducir estos animalitos y rescatarlos."- dice-
La madre, fue rescatada después de que fuera abandonada por un circo donde tuvo dos abortos. A Nieve hay que darle el biberon cada tres horas, si no, llora, dice su cuidadora.
Además de Nieve el zoo cuenta con otros dos trigres blancos que fueron acogidos cuando tenían un año.