El Alto Representante de Exteriores de la UE pide también una investigación imparcial sobre el envenenamiento del opositor.
PUBLICIDADJosep Borrell, Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores, se ha desplazado a Rusia para entrevistarse con el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov. El rechazo de la UE a la reciente condena al líder opositor ruso Alexéi Navalni ha sido el tema más espinoso del encuentro, en el que también se ha tratado el posible acceso de la vacuna rusa Sputnik V al mercado comunitario.
El jefe de la diplomacia europea ha dicho que la vacuna rusa es una "buena noticia para la humanidad". Lavrov ha anunciado que Rusia está dispuesta a cooperar con la UE y también con Estados Unidos en el despliegue de esta vacuna.
Borrell ha dicho haber compartido con Lavrov la preocupación de la Unión Europea por la condena de Navalni y el arresto de miles de manifestantes, pero ha recordado que la UE es el primer socio comercial de Rusia y aparte de las importantes diferencias, hay muchos asuntos en los que pueden trabajar juntos.
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Borrell, ha viajado a Moscú para mantener una reunión con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, este jueves. Antes de la reunión, reconoció que las relaciones entre Bruselas y Moscú están "en un punto bajo".
Este viaje oficial se produce cuatro años después de la última visita de un Alto Representante de la Unión Europea a Rusia y sólo dos días después de que el líder de la oposición rusa Alexei Navalni fuera condenado a 3 años y medio de prisión.
Durante la reunión, Navalni ha vuelto a aparecer ante la justicia rusa por el caso que le acusa de haber difamado a un veterano de Guerra.
El Kremlin ya se lo ha dejado claro, "el futuro de las relaciones entre Rusia y la UE no puede estar vinculado a Navalni".
En una rueda de prensa aparte, el portavoz de la diplomacia rusa Dimitru Peskov ha denunciado la "retórica muy agresiva" de la Administración Biden, que ha criticado duramente la represión en Rusia y además ha señalado directamente a Vladimir Putin que "el tiempo en que Estados Unidos se sometía a los actos agresivos de Rusia (...) había terminado" y que su administración lucharía contra "el deseo de Rusia de debilitar nuestra democracia".