Fue una iniciativa organizada por la industria de eventos y el Gobierno de Países Bajos que busca preparar al sector para su reapertura y ofrecer las medidas necesarias para el público.
PUBLICIDADAlrededor de 1.300 amantes de la vida norctuna asistieron a un experimento en el centro de eventos Ziggo Dome en la ciudad de Ámsterdam, donde bailaron con tal libertad como si se tratara de una noche ocurrida antes de la pandemia. El evento, realizado el 6 de marzo, forma parte de una serie de pruebas realizadas por la industria de eventos y el Gobierno neerlandés para estudiar la seguridad sanitaria en multitudes.
Ruud Verdaasdonk, organizador e investigador de la Universidad de Twente, explicó que la iniciativa busca preparar al sector para la reapertura y ofrecer las medidas necesarias para el público.
"Tenemos una bebida fluorescente. Es inofensiva para la gente que la bebe. Tomas la bebida como si estuvieras bebiendo una cerveza. Cuando cantan, las gotas se dispersan en su entorno", explicó Verdaasdonk, uno de los tantos métodos de estudio implementados durante el evento.
Los asistentes tuvieron que someterse a pruebas COVID previamente y deberan repetirla dentro de unos días. Además, los organizadores midieron la temperatura de los participantes dentro de la sala de conciertos y se han realizado pruebas rápidas aleatorias. Asimismo, los asistentes disponían de un sensor de movimiento, para poder ver después cuántos contactos han tenido entre ellos.
"Hombre, nunca he sido tan feliz este año. Es genial. Una buena cerveza y estamos justo delante del escenario. Magnífico", expresó uno de ellos.
Los organizadores insisten en que no se trata de un experimento médico, sino que quieren estudiar el comportamiento humano en un escenario controlado después de la pandemia.