Cantar a toda costa. Así lo hacen Florian y Jennifer, dos cantantes de opera que actúan en la calle en Berlín para no perder su arte.
Tras más de un año de pandemia, las actuaciones son escasas para los cantantes de ópera Florian y Jennifer.
Al quedarse sin escenario, han encontrado el suyo propio, en las calles de Berlín,.
Florian, barítono:
"Este intercambio de energías, esta comunicación es algo que necesitamos para nosotros. Por eso elegimos esta profesión y sin ella sólo somos la mitad. No estamos enteros como antes".
Desde 'El Murciélago', de Johann Strauss, hasta 'Carmen', de Georges Bizet, los cantantes de ópera autónomos ofrecen actuaciones semanales en el Gendarmenmarkt de Berlín.
Pero, como muchos de sus compañeros, el dinero no llega pese a la ayuda financiera del Gobierno.
Jennifer, soprano:
"Me entró el pánico. ¿Qué debo hacer ahora? No hay esperanza. Así que empecé cerca de mi casa a trabajar en un pequeño supermercado vegano, lo que fue una bonita experiencia también por ayudar de esa manera."
Aunque el trabajo le aportó más seguridad económica, la dejó sin energía para seguir ensayando y actuando. En noviembre, por añadidura, se contagió de COVID-19.
Jennifer, soprano:
"Todavía sufro de Covid persistente. Así que de vez en cuando me siento realmente agotada. No pude hacer nada d deporte durante cinco meses, se me desbocaba el corazón".
A principios de este año, las representaciones de prueba con aforo reducido y público con PCR, ofrecieron un rayo de esperanza a los grandes teatros de ópera como la Deutsche Oper,. pero el aumento de casos llevó al Senado de Berlín a suspender los proyectos piloto.
Dietmar Schwarz, director de la Deutsche Oper:
"La verdad es que no nos gustó, porque habíamos inventado un protocolo, incluido un centro de pruebas que funcionaba bien aquí mismo. Esto se desarrollaría para posibilitar el plan piloto, de modo que las personas que se hubieran hecho la prueba pudieran acudir a las representaciones. ¿Cuál es el resultado? Hay largas colas -lo que me parece bien- delante del centro de pruebas, pero la gente las hace para ir a la peluquería o para ir de compras. Por otra parte, se trata de una decisión que es comprensible dada de la tasa de incidencia."
La Deutsche Oper espera que los proyectos piloto se reanuden en mayo, pero sin las subvenciones del Estado, los autónomos y las instituciones más pequeñas podrían tener que esperar más tiempo hasta que se levante el telón.