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Por William James y Guy Faulconbridge
LONDRES, 4 may (Reuters) - El Grupo de los Siete debatirá el martes la forma de contrarrestar los desafíos de China y Rusia sin tratar de contener a Pekín ni de aumentar la tensión con el Kremlin, según dijeron dos de sus principales diplomáticos.
Fundado en 1975 como un foro para que las naciones más ricas de Occidente discutan sobre crisis como el embargo petrolero de la OPEP, el G7 está debatiendo las respuestas a las dos potencias, así como a la pandemia del COVID-19 y el cambio climático.
"No es nuestro propósito intentar contener a China o controlarla", dijo el lunes a la prensa el secretario de Estado del presidente estadounidense, Joe Biden, antes de la primera reunión en persona de los ministros de Exteriores del G7 desde 2019.
Aseguró que Occidente defenderá "el orden internacional basado en reglas" de los intentos subversivos de cualquier país, incluida China.
China es el centro de las discusiones del martes por la mañana, mientras que las conversaciones de la tarde se centrarán en Rusia, incluyendo cómo responder a unas maniobras de tropas en la frontera con Ucrania y el encarcelamiento del crítico del Kremlin Alexei Navalny.
El impresionante ascenso económico y militar de China en los últimos 40 años es considerado por diplomáticos e inversores como el acontecimiento geopolítico más importante de los últimos tiempos, junto con la caída de la Unión Soviética en 1991, que puso fin a la Guerra Fría.
El G7 en su conjunto sigue teniendo un gran peso: cuenta con unos 40 billones de dólares de influencia económica y tres de las cinco potencias nucleares oficiales del mundo.
Rusia fue incluida en lo que se convirtió en el G8 en 1997, pero fue suspendida en 2014 tras anexionarse Crimea de Ucrania. China, actualmente la segunda economía del mundo, nunca ha sido miembro del G7.
KREMLIN
Reino Unido buscará acordar una acción decisiva de los socios del G7 para proteger las democracias en un momento en que, según dice, la influencia económica de China y la actividad maligna de Rusia amenazan con socavarlas.
"La presidencia británica del G7 es una oportunidad para reunir a las sociedades abiertas y democráticas y demostrar la unidad en un momento en que es muy necesaria para afrontar los retos compartidos y las crecientes amenazas", dijo el ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominic Raab.
A largo plazo, tanto en Washington como en las capitales europeas existe una profunda preocupación sobre cómo debe actuar Occidente ante Pekín y Moscú, que sostienen que las críticas occidentales son injustificadas y contraproducentes.
Blinken dijo que Estados Unidos preferiría unos lazos más estables con Rusia, pero que mucho depende de cómo decida actuar el presidente ruso Vladimir Putin, especialmente en escenarios como Ucrania, que Blinken visitará a finales de esta semana.
"Hemos reafirmado nuestro apoyo inquebrantable a la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania", dijo Blinken.
"No buscamos una escalada: preferiríamos tener una relación más estable y predecible. Y si Rusia avanza en esa dirección, nosotros también lo haremos".
Los ministros sentarán las bases para el primer viaje programado de Biden al extranjero desde que asumió el cargo: una cumbre del G7 en Reino Unido el próximo mes.
PUBLICIDADAdemás de los miembros del G7 —Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos—, Reino Unido ha invitado esta semana a los ministros de Australia, India, Sudáfrica y Corea del Sur.
(Información de William James; editado por Guy Faulconbridge y Philippa Fletcher, traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)