El Festival de la Canción de Eurovisión brilla más que nunca con la participación de tres artistas exrefugiados de ACNUR. Un mensaje fuerte y claro de superación para el mundo.
Tres exrefugiados participan en Eurovisión este año. Son artistas que fueron acogidos por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) durante su infancia y ahora desean transmitir un mensaje de superación y unidad.
La cantante Manizha, la representante de Rusia, huyó de Tayikistán durante el conflicto en 1994. Ahora es Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR y defensora de los derechos LGBTIQ.
"Es muy importante hablar de esta realidad porque tenemos muchos refugiados a nuestro alrededor y tenemos que apoyarlos. Yo creo que fui una buena refugiada. He ayudado a mi país muchas veces, amo mi país. Por eso creo que necesitamos más educación para los refugiados, también más reconocimiento. Eso es lo que ha hecho Eurovisión por mí y por uno de los bailarines", expresó Manizha.
El representante de Suecia Tousin "Tusse" Chiza es originario de la República Democrática del Congo. Suecia le concendió el asilo después de pasar tres años en un campamento de refugiados en Uganda.
"Mi canción trata de la esperanza, la fuerza y la perseverancia, y de creer en uno mismo. Todas las voces son importantes y todas deberían ser escuchadas y merecen serlo".
Además de estos dos talentosos jóvenes, un bailarín de ballet holandés y exrefugiado, Ahmad Joudeh, también participó en Eurovisión durante el intermedio de la segunda semifinal del 20 de mayo.
"El tema de Eurovisión de este año es ‘Open Up’ y esperamos que el evento ayude a unir a las personas en un espíritu de unidad e inclusión durante estos tiempos difíciles", se lee en la página de ACNUR.