MADRID, 27 may - Brahim Ghali, el líder del movimiento independentista del Sáhara Occidental, cuya presencia en España ha enfurecido a Marruecos, comparecerá ante la Audiencia Nacional el próximo martes a distancia desde el hospital, dijo el jueves la oficina de su abogado.
Ghali está representado en España por el bufete de abogados Olle Sese Abogados, cuyo portavoz, que no quiso ser nombrado, informó a Reuters de la fecha del juicio de Ghali.
Ghali, que ha sido hospitalizado con COVID-19 en Logroño, en la Rioja, recibió una notificación el 1 de junio para una audiencia preliminar en un caso de crímenes de guerra contra él presentado por disidentes saharauis, según documentos a los que tuvo acceso Reuters la semana pasada.
La Audiencia Nacional dijo que podría asistir a la vista judicial a distancia desde el hospital a través de una videoconferencia si no se ha recuperado completamente.
El Sáhara Occidental es un territorio disputado del tamaño de Oregón, que está en su mayor parte en poder de Marruecos desde que pasó del control español a mediados de la década de 1970.
El Frente Polisario, respaldado por Argelia, lucha desde entonces por la independencia.
Ghali y otros dirigentes del grupo han sido acusados por grupos de derechos humanos y personas del Sáhara Occidental de delitos como genocidio, asesinato, terrorismo y tortura, según el documento judicial.
Jalil Mohamed, portavoz del Polisario, dijo que Ghali y otro líder del Sáhara Occidental implicados en el caso niegan haber cometido ningún delito y dijeron que las acusaciones tenían una motivación política y estaban impulsadas por Marruecos. Ghali llegó desde Argelia con un pasaporte diplomático argelino, según el portavoz.
Recientemente, Marruecos relajó la seguridad de sus fronteras para permitir el paso de miles de inmigrantes al enclave norteafricano de Ceuta. Las autoridades marroquíes describieron la medida como un acto de represalia debido al ingreso de Ghali en un hospital español.
España ha dicho que aceptó permitir la hospitalización de Ghali en Logroño, en el norte de España, como un "gesto humanitario".
En los últimos años, Marruecos ha colaborado con España, que es su mayor socio comercial, para reprimir los flujos de inmigrantes hacia Ceuta y otro enclave español, Melilla, así como a través del Estrecho de Gibraltar.