(Aclara el titular para añadir la palabra congreso)
Por Supantha Mukherjee y Clara-Laeila Laudette
BARCELONA, 28 jun - Los gigantes del mundo de las comunicaciones móviles han acudido a su cita anual en Barcelona, todos ellos armados con la tecnología imprescindible de este año: un test COVID-19 negativo, una mascarilla FFP2 y una credencial digital para rastrear contactos.
Más de 30.000 visitantes procedentes de 143 países acudirán a la capital catalana para asistir a los tres días de duración del Mobile World Congress (MWC), que comienza el lunes, y cada uno de ellos tendrá que pasar por una gigantesca zona de pruebas con 80 expositores.
Aunque esta asistencia está muy lejos de las más de 100.000 personas de años anteriores, es alentadora para los organizadores, el organismo mundial de la industria del móvil GSMA. Esta organización se vio obligada a suspender el evento de 2020 debido a la pandemia, y temía que esta semana hubiera poca gente.
El panorama ha sido desigual entre los grandes nombres del sector. Telefónica, Orange, Huawei, Lenovo y Vodafone están presentes, pero Ericsson, Nokia y Samsung se mantienen al margen.
El sector espera que el evento de este año, dividido entre actividades presenciales, virtuales e híbridas, sirva de modelo para futuros encuentros empresariales.
El domingo, en una recepción de calentamiento en el mercado de La Boquería de Barcelona, los invitados al MWC y las partes interesadas se relacionaron con entusiasmo, saludándose con los codos o chocando los puños, deseosos de deshacerse de un año de aislamiento, encierros y videoconferencias.
Sin embargo, la magnitud de la campaña de pruebas anti-COVID es desalentadora.
Sólo el sábado, 10.000 personas se sometieron a las pruebas dentro del enorme recinto de la Fira que acoge el MWC, mientras se hacían los preparativos para el evento.