Pasarán de 20.202 a 40.000, en cinco años. Cada quince semanas un millar de nuevos soldados se sumarán al contingente que acompaña a la Policía en el marco del Plan de Control Territorial.
Objetivo: acabar con las pandillas que aterrorizan desde hace décadas a El Salvador. El presidente Nayib Bukele anuncia que duplicará el número de efectivos del Ejército, de 20.202 a 40.000, para que, junto a la Policía, puedan emprender una nueva fase en el plan de lucha contra estas bandas violentas.
"La Fuerza Armada tendrá 40.000 elementos, sumado a lo que tendrá la PNC (Policía Nacional Civil). Habrá una persona brindando seguridad por cada pandillero. Así vamos a ganar esta guerra contra las pandillas con medidas valientes", ha dicho Nayib Bukele, presidente de El Salvador.
"(Este plan) Nos garantizará tener suficiente capital humano para poder vencer a las pandillas en sus territorios", ha añadido.
"¿Por qué tardaremos cinco años? Porque no se puede duplicar la fuerza armada tan rápido, pero la ventaja es que cada quince semanas tendremos otros mil y pico de elementos, es decir, no tendremos que esperar cinco años para ver los resultados", ha explicado Bukele.
El anuncio llegó durante la juramentación de 1.046 nuevos soldados. Este contingente se suma a los 9.825 militares que acompañan a la Policía, en el marco del Plan de Control Territorial.
Recelos de la oposición
Este aumento de efectivos es visto con recelo por la oposición en la Asamblea Legislativa. Dice que conduce a la militarización del país y duda sobre las verdaderas intenciones de Bukele .
Las maras
Las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, entre otras, tienen unos 70.000 miembros, más de 16.000 de ellos encarcelados. Son responsables de homicidios, secuestros, extorsiones, narcotráfico y otras actividades ilegales.
El Salvador es uno de los países más violentos del mundo. Cerró 2020 con 1.322 homicidios, es decir, una media de 20 muertes por cada 100.000 habitantes. La mayoría atribuidas a las maras.
Descenso de los homicidios
Las muertes violentas no han parado de descender desde la llegada al poder de Bukele, un 60% en lo que va de año, según cifras oficiales. Aunque no está claro cuánto ha influido en ello su plan de seguridad.