Cientos de afganos han desafiado el poder talibán en varias ciudades por segundo día consecutivo armados con la bandera nacional. Al menos tres personas murieron y más de una docena resultaron heridas cuando los militantes abrieron fuego contra ellos
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De nuevo, escenas de caos en el exterior del aeropuerto de Kabul. Son afganos desesperados que suplican a las tropas estadounidenses que les dejen entrar. Pero en lugar de eso, recibieron disparos de gases lacrimógenos.
En los últimos días, cientos de personas han acudido allí, desesperadas por escapar del país tras el regreso de los talibenes al poder.
Washington ha pedido a los talibanes que permitan el acceso a las pistas. "Estamos dejando muy claro junto con nuestros socios internacionales -más de 100 países se han reunido, el G7 lo ha mencionado hoy también- que se debe garantizar el paso seguro para todos aquellos que deseen transitar hacia el aeropuerto", ha dicho Ned Price, portavoz del Departamento de Estado de EEUU.
Las verdaderas intenciones de los talibanes no están claras. Buscan el reconocimiento internacional y aparentemente no obstruyen las operaciones de evacuación de los países occidentales.
Zabihullah Mujahid, portavoz talibán, ha exigido a Estados Unidos, Europa y otros países que traten con ellos políticamente. "Se ha demostrado en los últimos 100 años que luchamos contra las potencias y seguimos en pie. No aceptamos a los que hablan con la fuerza y no nos rendiremos ante las armas. Triunfamos contra la tecnología mejorada".
Tres muertos en la represión de las protestas
Pese al miedo en las calles, cientos de afganos han desafiado el poder talibán en varias ciudades por segundo día consecutivo armados con la bandera nacional.
Los talibanes volvieron a responder con violencia. Al menos tres personas murieron y más de una docena resultaron heridas cuando los militantes abrieron fuego contra la multitud.