Por Nandita Bose y James Pearson
HANÓI, 26 ago - La vicepresidenta estadounidense Kamala Harris dijo el jueves que EEUU da la bienvenida a la competencia y no busca un conflicto con Pekín, pero se pronunciará sobre temas como disputas marítimas el Mar de China Meridional.
En visitas a Singapur y Vietnam, Harris acusó a China de intimidar a sus vecinos del sudeste asiático, lo que provocó fuertes reprimendas por parte de Pekín, que acusó a Estados Unidos de inmiscuirse en los asuntos regionales y de perturbar la paz.
"Damos la bienvenida a la dura competencia, no buscamos conflictos, pero en temas como el Mar de China Meridional, vamos a pronunciarnos", dijo Harris en una conferencia de prensa al concluir un viaje al sudeste asiático en la capital de Vietnam, Hanói.
"Vamos a levantar la voz cuando Pekín tome acciones que amenacen el orden internacional", dijo.
El viaje de siete días de Harris a Singapur y Vietnam es parte de una estrategia estadounidense más amplia para enfrentarse a China a nivel mundial.
China, Vietnam, Brunei, Malasia, Filipinas y Taiwán reclaman partes de las aguas en disputa del Mar de China Meridional, por el que pasan rutas marítimas vitales y que contiene yacimientos de gas y ricos caladeros.
En las reuniones mantenidas el miércoles con los dirigentes vietnamitas, Harris dijo que había que poner en tela de juicio las "intimidatorias y excesivas reivindicaciones marítimas" de China en el Mar de China Meridional, y ofreció el apoyo de EEUU para mejorar la seguridad marítima de Vietnam, incluyendo más visitas de buques de guerra estadounidenses al país.
Sus declaraciones provocaron la condena de los medios de comunicación estatales chinos.
El miércoles, el periódico estatal China Daily, respondiendo a los comentarios de Harris en Singapur, dijo que Harris había "ignorado voluntariamente su propia hipocresía" al intentar unir a los países de la región contra China.
El jueves, tras sus reuniones en Hanói, el Global Times dijo que Estados Unidos estaba "soñando" con incitar a Vietnam a enfrentarse a China.
"Para Washington, no podría ser mejor que estallara una nueva guerra entre Pekín y Hanói", dijo en un editorial el tabloide, publicado por el periódico oficial del Partido Comunista de China.
La administración estadounidense ha calificado la rivalidad con China como "la mayor prueba geopolítica" del siglo, mientras afianza su pivote hacia Asia.
El sudeste asiático ha sido objeto de una serie de visitas de alto nivel por parte de autoridades de la Administración norteamericana, incluido el secretario de Defensa Lloyd Austin, que visitó Hanói a finales de julio.