KIEV, 8 sep - El Gobierno del presidente bielorruso Alexander Lukashenka dijo el miércoles que podría suspender un acuerdo con la Unión Europea sobre la aceptación de refugiados, mientras ambas partes intercambiaban acusaciones por la acumulación de inmigrantes en la frontera bielorrusa.
Lukashenka ha presentado al Parlamento bielorruso un proyecto de ley para suspender el acuerdo, que obliga a Minsk a devolver a los inmigrantes que entraron en la UE a través de Bielorrusia pero que violaron sus condiciones de estancia, entrada o residencia.
"El documento se elaboró en respuesta a las acciones poco amistosas emprendidas por la UE y sus Estados miembros hacia Bielorrusia", dijo el servicio de prensa de Lukashenka en un comunicado.
"En un futuro próximo, se 'congelarán' las obligaciones correspondientes de nuestro país".
Los países de la UE han acusado a Lukashenka de animar a cientos de personas a cruzar ilegalmente a la UE a través de Polonia y Lituania en represalia por las sanciones impuestas por los países occidentales a Minsk.
Bielorrusia ha culpado a los países de la UE de la disputa, que ha dejado a los migrantes varados en la frontera y ha llevado a Polonia a imponer el estado de emergencia en dos regiones por primera vez desde la caída del comunismo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores polaco no respondió inmediatamente el miércoles a una petición de comentarios sobre la medida de Lukashenka de congelar el acuerdo.
CONDENA
Bielorrusia y Occidente están enfrentados desde que Lukashenka inició una violenta represión de las protestas callejeras tras unas disputadas elecciones nacionales en agosto de 2020.
El acuerdo sobre refugiados, firmado a principios del año pasado antes de las elecciones, había sido una condición previa para que Bielorrusia obtuviera un régimen de visados simplificado para la UE.
La misión de la UE en Minsk envió el miércoles una documento a Bielorrusia citando un aumento de 50 veces en los cruces fronterizos irregulares.
"La UE condena la instrumentalización de los migrantes con fines políticos e insta a las autoridades de Bielorrusia a poner fin a esta práctica", dijo la UE en un comunicado. "La migración irregular no puede utilizarse como moneda de cambio".
Decenas de miles de personas fueron detenidas tras las elecciones bielorrusas del año pasado, que según los manifestantes fueron descaradamente amañadas para prolongar el Gobierno de Lukashenka, en el poder desde 1994.
Lukashenka se negó a dimitir, reforzado por el apoyo diplomático y financiero de Moscú. Está previsto que se reúna con el presidente ruso Vladimir Putin el jueves, antes de unas maniobras militares conjuntas.