Es la décima jornada de protestas contra las vacunas de la COVID-19 en Francia. Esta vez se celebra tras unos días en los que 3000 profesionales han sido suspendidos en el sistema sanitario por no recibir la vacuna que para ellos es obligatoria.
Los antivacunas franceses resisten. Volvieron a protestar por décimo fin de semana consecutivo contra el pase sanitario.
La protesta llega después de que Sanidad suspendiera esta semana a 3.000 profesionales sanitarios que no se había vacunado contra la Covid-19, tras la entrada en vigor el miércoles de la vacunación obligatoria.
"No me he vacunado, ni en sueños, y he dimitido" de la función pública, ha declarado una auxiliar de enfermería con bata blanca, en una manifestación convocada por los "chalecos amarillos" en París. "La vacuna, no estamos seguros de lo que contiene, no somos conejillos de indias", dijo la mujer de 37 años, "enfadada y triste", dando sólo su nombre de pila, Hager.
De los casi 58 millones de franceses con edad de vacunarse, el 86% ya ha recibido al menos una inyección.
Las nuevas manifestaciones se producen cuando se ha alcanzado el hito simbólico de que **50 millones de personas han recibido al menos una dosis de la vacuna de COVID-19. **