Por Andrea Shalal
WASHINGTON, 21 sep - Las tensiones en las relaciones transatlánticas se han ido acumulando durante años y no pueden reducirse a una mera frustración por el hecho de que Australia haya desechado un acuerdo sobre submarinos de 40.000 millones de dólares con Francia, declaró el martes el comisario de Industria de la Comisión Europea, Thierry Breton.
Breton afirmó que muchos políticos y ciudadanos europeos comparten un "sentimiento creciente... de que algo se ha roto en nuestras relaciones transatlánticas" tras una serie de sorpresas por parte de la administración Biden en los últimos meses.
"Esta sensación, por desgracia, es cada vez mayor", dijo a los periodistas en Washington. "No es correcto pensar que es sólo por lo que ocurrió la semana pasada. Va mucho más allá de eso".
Breton dijo que los dirigentes de la Unión Europea decidirán, posiblemente esta semana, si siguen adelante con la reunión inaugural de un nuevo Consejo de Comercio y Tecnología entre Estados Unidos y la UE, que se celebrará en Pittsburgh el 29 de septiembre, una reunión que había sido anunciada como un gran avance en la alianza transatlántica.
Alemania se unió a Francia el martes para reprochar a Estados Unidos que negociara en secreto un pacto de seguridad con Australia y Reino Unido que le costó a París el lucrativo acuerdo de los submarinos.
Los embajadores de la UE han pospuesto los preparativos para la reunión de Pittsburgh, y la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que el proceder de Washington era inaceptable.
Breton, subrayando la importancia de recuperar la confianza, dijo que procedería a mantener conversaciones con altos cargos estadounidenses, incluida la Secretaria de Comercio Gina Raimondo, durante su visita a Estados Unidos. Entre los temas que se tratarán figuran la respuesta al COVID-19 y los esfuerzos conjuntos para impulsar la producción de semiconductores.
Celebró la decisión de Washington de suavizar las restricciones de viaje para las personas totalmente vacunadas, pero señaló que se enteró de ello exactamente media hora antes de reunirse con Jeff Zients, que dirige el equipo de respuesta al COVID-19 de la Casa Blanca.
Breton también advirtió que no hay que dar demasiada importancia a un posible aplazamiento de la reunión entre Estados Unidos y la UE, y dijo que no se espera que la cita de la semana que viene produzca resultados significativos.
Dijo que las frustraciones de Europa habían sido alimentadas por la falta de comunicación de la administración Biden sobre la retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, su larga prolongación de las restricciones de viaje impuestas durante el Gobierno de Trump y el acuerdo de la semana pasada con Reino Unido y Australia.
Pero se trata de un problema más profundo, que se remonta a las escuchas estadounidenses del teléfono móvil de la canciller alemana, Angela Merkel, y a los cuatro años de ataques a Europa por parte de la administración Trump, dijo.
"Es un incidente tras otro", dijo.