BEIRUT, 16 oct - El líder del Movimiento Patriótico Libre (MPL), el mayor bloque cristiano del Líbano, declaró el sábado que no debe detenerse la investigación sobre la mortífera explosión del año pasado en el puerto de Beirut.
La postura de Gebran Bassil contrasta con la del grupo chií Hezbolá, respaldado por Irán, aliado del MPL, que se opone a la investigación y ha pedido la destitución de su investigador principal.
Bassil habló dos días después de un estallido de violencia por la investigación. Siete musulmanes chiíes murieron cuando una multitud se dirigía a una protesta contra el juez Tarek Bitar, en una manifestación convocada por Hezbolá y su aliado chií Amal.
"El Movimiento Patriótico Libre está por la continuación de la investigación, la revelación de la verdad y el enjuiciamiento de los responsables", dijo Gebran Bassil en un discurso.
Bassil, quien es yerno del presidente Michel Aoun, fue sancionado por Estados Unidos el año pasado por presuntos actos de corrupción y por sus vínculos con Hezbolá. Bassil ha negado las acusaciones.
El líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, ha dicho que la investigación es parcial y está politizada.
El sábado, Bassil dijo que había algunos indicios que apuntaban a cierta parcialidad en el curso de la investigación, pero que aún no hay pruebas de que el juez tenga motivaciones políticas.
Los hechos de violencia del jueves fueron los más graves en más de una década y recordaron la guerra civil del país entre 1975 y 1990.
El ministro de Defensa, Maurice Selim, dijo que una estampida y un enfrentamiento en Teyouneh provocaron disparos de ambos bandos, y añadió que el intercambio de disparos había precedido a disparos de francotiradores.
El jueves, el Ejército dijo inicialmente que hubo disparos contra manifestantes cuando pasaban por la rotonda de Teyouneh, que divide los barrios cristianos y chiíes. Posteriormente dijo que se había producido un "altercado e intercambio de disparos" cuando los manifestantes se dirigían a la manifestación.
La investigación sobre la explosión del 4 de agosto de 2020, que causó la muerte de más de 200 personas y devastó amplias zonas de Beirut, ha avanzado poco tras una campaña de desprestigio contra Bitar y el rechazo de poderosas facciones políticas.
El ministro libanés de Justicia, Henry Khoury, declaró el sábado que apoyaba a Bitar y que el juez tenía derecho a citar a quien quisiera en el caso, según informó la televisión Al Jadeed.