En Francia, las restricciones para evitar la propagación de la pandemia podrían prolongarse hasta fines de julio de 2022. Mientras que en Estonia, la tasa de infección por coronavirus, una de las más altas de Europa, ha alcanzado un nuevo pico y amenaza con colapsar el sistema hospitalario.
Protestas en París contra las restricciones del "pase sanitario" en Francia. Tras votarse en la Asamblea Nacional su prórroga hasta fines de julio de 2022, el Senado debe pronunciarse esta semana, para aprobar la prolongación de una medida que ha polarizado a la opinión pública, provocando una ola de protestas en todo el país.
Y en Estonia, manifestaciones masivas como ésta de la capital Tallin en rechazo a las nuevas restricciones impuestas por la COVID-19, cuando la pandemia alcanza allí un nuevo pico desde la primavera.
"Como pueden ver, aquí las cosas van mal, por eso somos tantos. El Gobierno no tiene consideración alguna con la gente. La vacunación obligatoria es un sinsentido. La gente que se preocupan por su salud, no la quiere. Yo tampoco, ni para mí, ni para mis hijos", decía esta manifestante estonia, en una protesta, convocada por el activista conservador Varro Vooglaid, director de la Fundación para la Protección de la Familia y la Tradición (SAPTK), que llamó a la desobediencia civil.
La tasa de infección por coronavirus en Estonia es una de las más altas de Europa. El número de ingresados amenaza con colapsar el sistema hospitalario. La mayoría de los pacientes que ingresaron en las UCI no estaban vacunados.