La población local se debate entre la empatía y el miedo a los migrantes que intentan cruzar la frontera desde Bielorrusia.
PUBLICIDAD"Estoy aquí en un pueblo que parece muy tranquilo junto a la frontera. Pero la tensión ha ido aumentando día tras día en la última semana, desde el intento de asalto a la frontera del lunes. Y la policía fronteriza polaca informó de otro intento el viernes de unas 100 personas que tratarpm de saltar la valla y huyeron cuando vieron llegar a decenas de soldados y guardias fronterizos. La seguridad está al máximo nivel aquí. Y los activistas polacos que intentan ayudar a los migrantes que se abren paso a través de la zona prohibida que se extiende a lo largo de la frontera dicen que han tenido muy pocas operaciones de rescate esta semana porque ahora es prácticamente imposible que los migrantes pasen. La situación de los que están atrapados en el lado bielorruso es insostenible. La gente tiene poca comida, poca agua potable. Esta semana se informó de la muerte de dos personas en el lado bielorruso, entre ellas un niño de 14 años.
Y en el lado polaco, el cuerpo de un joven sirio fue hallado en el bosque. Y todo esto está pesando en la población local polaca. Hay sentimientos encontrados aquí, entre los que sienten empatía por los migrantes, que dicen que no deberían dejarles morir en el bosque, y los que les tienen miedo y quieren que se queden fuera. En cualquier caso, todos sienten que se han quedado solos ante una situación que creen que se les irá de las manos, si el pulso entre Bielorrusia y la Unión Europea no encuentra una solución muy pronto".
Valerie Gauriat desde Bohoniki en el este de Polonia para Euronews.