Explotación laboral china en Serbia | Cientos de obreros vietnamitas contratados para construir una fábrica china de neumáticos viven en barracones sin calefacción ni agua caliente. Les han quitado sus pasaportes, no reciben atención sanitaria y solo han cobrado un mes desde mayo
La primera fábrica de neumáticos china en Europa se está construyendo gracias al esfuerzo de 500 obreros vietnamitas explotados laboralmente y que viven en condiciones miserables.
Los obreros duermen en barracones sin calefacción ni agua caliente, en literas sin colchones. Aseguran que pasan hambre y no reciben atención sanitaria ni cuando tienen síntomas de la COVID-19. Grupos de derechos humanos denuncian una violación de los derechos humanos a las puertas de la Unión Europea.
"Estamos asistiendo a una violación de los derechos humanos porque los trabajadores vietnamitas se encuentran en condiciones terribles -dice Miso Zivanov, activista de la ONG Zrejanin Action-. Los empleadores chinos les han quitado sus pasaportes y documentos de identidad. Llevan aquí desde mayo de este año y solo han recibido un salario".
La empresa china de neumáticos Lynglong se lava las manos. Dice que la culpa es de los subcontratistas encargados de la obra y a las agencias de empleo vietnamitas.
"No vamos a ahuyentar a los inversores" dice el presidente Vucic
Entretanto, Serbia y China presentan la construcción de la fábrica como una muestra de la "asociación estratégica" entre los dos países. De hecho, el presidente serbio ha asegurado que en ningún caso pondrá en peligro la inversión.
" Vamos a intentar ayudar a los (trabajadores) vietnamitas y a todos los demás, pero no vamos a ahuyentar a los inversores, porque es un trabajo muy duro traer a los inversores a nuestro país", ha asegurado el presidente serbio, Aleksandar Vucic.
Serbia es un país clave para las políticas de expansión e inversión de China en Europa. De hecho, los bancos chinos han concedido miles de millones de dólares en préstamos para financiar proyectos como el de la fábrica de neumáticos, a cuyas puertas tiritan de frío los obreros vietnamitas.