La ya excanciller Angela Merkel le deseó lo mejor al líder del SPD en su Gobierno de coalición con Los Verdes y el Partido Liberal.
PUBLICIDADEs oficial. Olaf Scholz es desde ya el nuevo canciller de Alemania. El líder del SPD juraba este miércoles su cargo tras obtener 395 de los 416 escaños con los que cuenta en el Bundestag la nueva coalición gobernante, formada por los propios socialdemócratas, Los Verdes y el Partido Liberal.
En el palacio de Bellevue, el ya canciller se presentaba junto a su gabinete ante el presidente Frank-Walter Steinmeier. Se tratará de un Gobierno con ocho ministros y siete ministras de las tres formaciones en coalición. Christian Lindner, líder de los liberales, tomará las riendas del ministerio de Finanzas, mientras que Annalena Baerbock, dirigente de Los Verdes, se encargará del ministerio de Exteriores. La cartera de Interior también estará comandada por una mujer, Nancy Faeser, del SPD.
"Estoy muy agradecido por lo que hemos hecho hasta ahora", decía Scholz, "y espero con interés la nueva tarea, el trabajo a realizar. Será un nuevo comienzo para nuestro país, y haré todo lo posible para trabajar en ese sentido".
Adiós a un mito de la política alemana y europea
El momento más destacado de la jornada fue la simbolización del relevo. Tras 16 años ocupando este puesto, Angela Merkel tenía más de un consejo para el nuevo canciller:
"Tal vez puedan adivinar que es una tarea emocionante y satisfactoria", decía la ya exmandataria sobre el cargo a ocupar por Scholz, "y también muy exigente. Pero si se afronta con alegría, entonces tal vez sea también una de las tareas más hermosas que existen, llevar la responsabilidad de este país. Le deseo sinceramente todo lo mejor en este trabajo y el mejor resultado para nuestro país. Estos deseos se extienden también a todo el equipo", decía Merkel a Scholz.
Alemania inicia su legislatura con tres socialdemócratas en los puestos de mayor relevancia: el de canciller, el de presidente federal y el de presidente del Parlamento. Tanto para la mayor economía de la Unión Europea como para la propia Europa se trata, en efecto, de una nueva era.