París lamenta que el número adicional de licencias expedidas desde Londres sigue lejos de lo acordado antes de sellar el Brexit.
La nueva resolución de la siempre conflictiva cuestión de la pesca tras el Brexit no ha dejado contento a prácticamente ningún pescador francés.
Las intensas conversaciones entre Londres y París sobre los derechos de pesca concluyeron con un acuerdo gracias al cual Reino Unido expide un total de 83 licencias de explotación, necesarias para los barcos de la Unión Europea para trabajar en aguas territoriales británicas.
Una medida que en verdad no satisface plenamente las demandas de muchos pescadores de Bretaña, que mantienen su intención de bloquear el puerto de Calais el próximo 23 de diciembre. Para los faneadores, el número de licencias para sus buques está muy lejos de ser suficiente, mientras que desde Reino Unido niegan cualquier tipo de discrimación, manteniendo que los barcos sin licencia son simple y llanamente aquellos que no cumplen los requisitos solicitados.
"Nos gustaría que nuestros amigos de Jersey, Guernsey, Normandía y Saint-Malo, se sentaran alrededor de una mesa, y no que nos digan: "este barco está en la lista verde, en la lista roja o en la lista azul", se lamentaba Alain Laurenti, pescador francés. "Eso no conduce a nada. Tenemos un cupo de licencias que es el que queremos. Queremos absolutamente obtener este cupo. No queremos que uno o dos barcos se queden fuera porque la administración haya decidido ponerlos en la lista roja".
Loïc Escoffier, también armador reconoce que tanto él como sus colegas están "un poco disgustados. El 23 de diciembre se cumplirá un año desde que empezaron a decirnos "esperen, las soluciones están al caer, las cosas avanzan... Y al final no hay nada".
Desde el Gobierno francés, por su parte, se comprometen a ayudar en lo posible a todos aquellos pescadores que no han tenido éxito en sus solicitudes de licencia.