El presidente recuerda que a diferencia de 2020 hoy hay más de 200 millones de estadounidenses vacunados que no deben temer a la nueva variante.
Con precaución, pero sin miedo. Así debe enfrentarse Estados Unidos, según anima Joe Biden, a la ola de ómicron que amenaza las fiestas navideñas.
El presidente comparecía este martes para hacer balance de la actual situación en el país ante la propagación de la nueva variante, y recordaba cómo con 200 millones de compatriotas ya vacunados la situación no es ni de lejos tan alarmante como la de 2020.
"Si estáis vacunados y seguís las precauciones que todos conocemos bien, deberíais sentiros cómodos celebrando la Navidad y las fiestas tal y como las habéis planeado", aseguraba Biden. "Así que, amigos, permítanme resumir: todos deberíamos estar preocupados por ómicron, pero sin que cunda el pánico. Si estáis totalmente vacunados y sobre todo si os habéis puesto la vacuna de refuerzo, estáis muy protegidos. Si no estáis vacunados, teneis un mayor riesgo de enfermar gravemente de COVID-19, de ser hospitalizados e incluso de morir".
Numerosas medidas de contención
Biden confirmó también la adquisión de 500 millones de tests para uso doméstico que los estadounidenses podrán adquirir de forma gratuita a partir de enero, además de una ampliación de los espacios de vacunación y un mayor apoyo a los hospitales con personal médico adicional, incluyendo 1000 médicos militares, enfermeros y paramédicos.
El presidente también animó a los responsables de educación a mantener las escuelas abiertas, realizando pruebas a los estudiantes para detectar el virus y poniendo en cuarentena a los que den positivo, pero sin cerrar los centros por completo.
Una guerra abierta a un virus que se está extendiendo rápidamente y es ahora la variante dominante, representando el 73 por ciento de los casos en este país.