Por Olzhas Auyezov
ALMATY, 7 ene - El presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokayev, afirmó el viernes que el orden constitucional se había restablecido en su mayor parte en el país centroasiático afectado por los disturbios de esta semana, según citó su oficina en un comunicado.
El Ministerio del Interior kazajo afirmó en otro comunicado que 26 "delincuentes armados" habían sido "liquidados" y más de 3.000 de ellos detenidos, mientras que 18 policías y guardias nacionales habían muerto desde el inicio de las protestas.
"Se ha lanzado una operación antiterrorista. Las fuerzas del orden están trabajando intensamente. El orden constitucional se ha restablecido en gran medida en todas las regiones del país", dijo Tokayev.
"Las autoridades locales controlan la situación. Pero los terroristas siguen utilizando armas y dañando la propiedad de los ciudadanos. Por lo tanto, las acciones antiterroristas deben continuar hasta la completa eliminación de los militantes", añadió.
El viernes por la mañana, los corresponsales de Reuters vieron vehículos personales blindados y militares en la plaza principal de Almaty, la mayor ciudad de Kazajistán, donde los soldados dispararon contra los manifestantes un día antes.
A unos cientos de metros, los corresponsales de Reuters vieron un cadáver en un coche civil gravemente dañado.
En otra parte de la ciudad vieron una tienda saqueada que solía vender munición. Los corresponsales también vieron vehículos militares y unas 100 personas con uniformes militares en otra plaza de Almaty.
Una fuerza de mantenimiento de la paz de la alianza militar de antiguos Estados soviéticos liderada por Moscú, a la que Tokayev llamó esta semana, está llegando a Kazajistán, pero no participa en el combate ni en la "eliminación de militantes", dijo la administración de Tokayev.
La fuerza de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) proporcionará cobertura y función de seguridad, dijo.
La fuerza global de mantenimiento de la paz de la OTSC contará con unos 2.500 efectivos y permanecerá en Kazajistán durante unos días o semanas, según citó el jueves la agencia de noticias RIA al secretario general de la alianza.
La violencia no tiene precedentes en un Estado gobernado con firmeza desde la época soviética por el líder Nursultán Nazarbáyev, de 81 años, que se había mantenido en el poder a pesar de haber renunciado a la presidencia hace tres años.
La revuelta, que comenzó como una protesta contra la subida de los precios del combustible el día de Año Nuevo, se intensificó el miércoles, cuando los manifestantes que coreaban consignas contra Nazarbayev asaltaron e incendiaron edificios públicos en Almaty y otras ciudades. Los manifestantes acusaron a la familia de Nazarbayev y a sus aliados de amasar una gran riqueza mientras la nación de 19 millones de habitantes seguía siendo pobre.
Los disturbios han provocado el cierre de Internet y de los bancos en todo el país.
El sucesor de Nazarbayev, Tokayev, culpó a principios de esta semana de los disturbios a terroristas entrenados en el extranjero.
Se está determinando la identidad de los militantes detenidos, y se está investigando la posibilidad de que pertenezcan a una organización extremista, dijo el viernes la administración de Tokayev.
Tokayev se dirigirá a la nación el viernes, dijo su administración, pidiendo a los habitantes de Almaty que limiten sus desplazamientos por la ciudad mientras se "busca a los restantes bandidos que siguen escondidos".