LONDRES, 19 ene - El primer ministro británico, Boris Johnson, se veía en aprietos este miércoles para defender su cargo tras la revuelta de algunos de sus propios diputados, enfadados por una serie de fiestas celebradas en Downing Street durante los confinamientos de Reino Unido por la pandemia de COVID-19.
Impulsado al máximo cargo del país para "ejecutar el Brexit", Johnson consiguió en 2019 la mayor victoria electoral de su partido en más de 30 años, pero ahora se enfrenta a peticiones de dimisión tras una serie de revelaciones sobre fiestas en Downing Street cuando estaban prohibidas por la pandemia de COVID-19.
Johnson se ha disculpado repetidamente por las reuniones y ha dicho que no sabía de muchos de los eventos, aunque dijo que asistió a una de las celebraciones pensando que era un "evento de trabajo" el 20 de mayo de 2020.
Para desencadenar una impugnación del liderazgo, 54 de los 360 diputados conservadores del Parlamento británico deben escribir cartas de censura al presidente del Comité 1922 del partido.
Hasta 20 legisladores conservadores que ganaron sus escaños en las últimas elecciones generales de 2019 planean presentar cartas de retirada de confianza a Johnson, informó el Telegraph.
"Un grupo de diputados de 2019 presentará cartas para tratar de alcanzar el umbral de 54 para desencadenar una contienda", dijo la editora política de la BBC, Laura Kuenssberg. "Podrían llegar a los 54".
Un análisis del periódico The Times mostró que 58 legisladores conservadores habían criticado al primer ministro.
Las cartas son confidenciales, por lo que el presidente es la única persona que sabe cuántos parlamentarios las han escrito realmente.
Johnson se dirigirá al Parlamento el miércoles después de que su Gabinete apruebe, previsiblemente, los planes para poner fin a las recientes restricciones impuestas para hacer frente a la propagación del COVID-19 en Inglaterra.
Las medidas del "Plan B" fueron introducidas por el Gobierno el mes pasado cuando la cepa ómicron se extendió rápidamente por Reino Unido. Entre ellas, se recomendó trabajar desde casa en la medida de lo posible, se introdujo la obligación de llevar mascarilla en lugares cerrados y de los pasaportes de vacunación para eventos masivos.