Expertos comentan a Euronews que lo fundamental es que los ataques no dañen el reactor y que se mantenga el suministro de energía, ya que los generadores diesel de emergencia son "muy poco fiables".
¿Estamos al borde de una catástrofe nuclear como la de Chernóbil? Los expertos creen que mientras el ataque no haya alcanzado el reactor, la central está a salvo. Al menos por el momento, pero nada garantiza que las cosas puedan empeorar en unos días:
Jon Wolfsthal, ex director del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, señala: "Las cuestiones inmediatas son si el edificio de contención es de una sola pieza, de modo que hay un gran bloque de hormigón alrededor del propio reactor y si hay electricidad que pueda alimentar las bombas que mantienen fría el agua de la central. Si es así, no hay razón para alarmarse mientras la planta no sea atacada de nuevo. También si los funcionarios ucranianos pueden acceder al lugar, apagar el fuego y protegerla de cara al futuro".
La principal preocupación según Wolfsthal es que sigan funcionando las bombas de refrigeración: "La cuestión crítica es si hay un suministro continuo de electricidad para que funcionen la refrigeración de modo que el combustible permanezca intacto. Si es así, la central puede funcionar de forma segura indefinidamente mientras la energía se mantenga. Pero es un gran condicionante en una zona de guerra"
Najmedin Meshkati, profesor de ingeniería de la Universidad del Sur de California, profundiza en esta línea.
"Debido a este bombardeo y al hecho de que se produzca una pérdida de energía fuera del sitio, entonces tenemos que depender totalmente de los generadores diesel de emergencia. Y esos son unos equipos muy poco fiables y delicados, son los llamados devoradores de combustible".
De hecho, un fallo de esos sistemas, señala, podría provocar una catástrofe similar a la de la central japonesa de Fukushima, cuando la destrucción de los sistemas de refrigeración provocó la fusión de tres reactores.