SHANGHÁI, 30 mar - Las autoridades empezaron a cerrar algunas zonas occidentales de Shanghái dos días antes de lo previsto, ya que los nuevos casos de COVID-19 en la ciudad más poblada de China aumentaron en un tercio, a pesar de las estrictas medidas ya aplicadas para intentar detener la propagación del virus
Con 26 millones de habitantes, el centro financiero de China se encuentra en su tercer día de confinamiento impuesto por las autoridades al dividir la ciudad aproximadamente a lo largo del río Huangpu, separando el centro histórico al oeste del río del distrito financiero e industrial oriental de Pudong para permitir la realización de pruebas masivas escalonadas.
Mientras que los residentes del este llevan encerrados desde el lunes, los del oeste tenían previsto comenzar su cierre de cuatro días el viernes.
El cierre total de una gran metrópolis como Shanghái supondría una reducción del 4% del producto interior bruto real nacional, según estimaron a mediados de marzo economistas de la Universidad China de Hong Kong, la Universidad de Tsinghua y otros institutos.
El miércoles, Shanghái informó de un récord de 5.656 casos asintomáticos de COVID y 326 sintomáticos para el 29 de marzo, frente a los 4.381 nuevos casos asintomáticos y 96 nuevos casos con síntomas del día anterior. China reclasifica los casos asintomáticos si desarrollan síntomas posteriormente.
Varios residentes que viven en distritos occidentales recibieron el martes el aviso de sus asociaciones vecinales de que no podrían salir de sus recintos durante los próximos siete días.
"Pronto reanudaremos la vida normal, pero en el próximo periodo de tiempo pedimos a todos que se adhieran estrechamente a las medidas de control de la pandemia, que no se reúnan y que reduzcan los movimientos", decía un aviso al que tuvo acceso Reuters.