Varios testimonios de repartidores en el tribunal mencionan la vigilancia por parte de Deliveroo, pero también la presión y las reprimendas, lo que parece caracterizar una relación de subordinación.
Los repartidores de comida de Deliveroo deben ser asalariados, según la justicia francesa, que acaba de imponer a la plataforma una multa de 375 000 euros, la máxima prevista en Francia por trabajo encubierto.
El tribunal judicial de París consideró que el derecho laboral había sido utilizado como instrumento.
En concreto, los repartidores de Deliveroo son autónomos y, por lo tanto, no tienen la seguridad del estatus de empleado, una forma de emplear a los trabajadores a un menor coste.
Varios testimonios de repartidores en el tribunal mencionan la vigilancia por parte de Deliveroo, pero también la presión y las reprimendas, lo que parece caracterizar una relación de subordinación. El tribunal afirmó que había "una relación jerárquica permanente" entre la firma y los empleados.
El tribunal considera que estos repartidores son, por lo tanto, empleados. Como consecuencia, la multinacional británica tuvo que pagar las cotizaciones a la seguridad social y las vacaciones.
Deliveroo, que ya había sido condenada en España por emplear a falsos autónomos, anunció que contempla apelar la sentencia, que también castiga a dos antiguos administradores de la filial francesa.
Además del año de prisión para cada uno, que no tendrán que cumplir entre rejas salvo en caso de reincidencia, habrán de pagar 30 000 euros de multa. Un tercer ejecutivo fue además condenado a una multa de 10 000 euros y a cuatro meses de prisión también exentos de cumplimiento.
Junto a los 375 000 euros, la multinacional fue sentenciada al pago de otros 50 000 euros por daños morales a cinco sindicatos.