Para prevenir posibles disturbios, 7 000 policias estarán desplegados en la capital francesay la famosa avenida de los Campos Elíseos estará vetada para los aficionados la tarde del partido
PUBLICIDADAl rojo vivo como el maillot del Liverpool, así está el ambiente en París, en visperas de la final de la Liga de Campeones que enfrenta este sábado al equipo inglés con el Real Madrid.
Muchos son los aficionados que han llegado a la capital francesa desde distintos países pero pocos son los elegidos que tienen billete aunque la UEFA ha reservado 20 000 entradas para los seguidores de cada equipo.
Un hincha del Liverpool que viajó desde Dublín, en Irlanda, se lamenta:"Llegué a París ayer y necesito un billete. No tengo billete. Así que si alguien tiene un billete, necesito un billete. Bueno, necesito cuatro billetes".
Mientras un seguidor del Real Madrid, originario de San Diego, en Estados Unidos, se lo toma con filosofía.
"Es la Champions y este tipo de juego no se presenta a menudo, ni las oportunidades de venir acá. Son dos grandes equipos el Real Madrid y el Liverpool y no me lo podía perder".
El Ayuntamiento de París ha preparado dos zonas para que los hinchas de cada equipo que no tienen billete puedan seguir el partido. La zona de los 'merengues' estará en el popular y cosmopolita barrio de Saint-Denis, en las afueras de la capital, donde también se ubica el Estadio de Francia, lugar del encuentro. Los 'red' estarán en el residencial distrito 12 de la capital francesa.
Separados en la distancia pero con un objetivo común: dar en el blanco para llevarse la copa de las grandes orejas a casa.
"Creo que el Liverpool ganará por tres a uno. Sadio Mane con dos goles, Salah con otro. El Liverpool gana 3-1", asegura el seguidor del Liverpool.
Su oponente del Real Madrid se muestra más 'fair play': "Yo voy a decir un 1-1 a los 90 minutos y ahí que sea lo que Dios quiera y que gane el mejor".
Para prevenir posibles disturbios, 7 000 policias estarán desplegados en la capital francesa, la famosa avenida de los Campos Elíseos estará vetada para los hinchas la tarde del partido y se pretende además controlar la venta de alcohol.
Todo un despliegue de medios y medidas para acoger esta final que en un principio se iba a celebrar en San Petersburgo pero cuya ubicación se cambió a causa las sanciones impuestas por la UEFA tras la invasión rusa de Ucrania.