SHANGHÁI - Las autoridades de Shanghái anularán muchas condiciones para que las empresas puedan reanudar su actividad a partir del miércoles, dijo un funcionario, aliviando el confinamiento de toda la ciudad que comenzó hace unos dos meses, y también se introducirán políticas para apoyar a su maltrecha economía.
Shanghái, el centro comercial de China, registró un amplio declive de su economía el mes pasado, mientras los brotes de COVID-19 provocaron estrictas restricciones y confinamientos, afectando desde las manufacturas a las ventas al por menor y al sector inmobiliario.
Ahora, el Gobierno de la ciudad revisará las directrices para la prevención de epidemias y el control de la vuelta al trabajo, anulará las "restricciones irrazonables" sobre la reanudación del trabajo y la producción para las empresas , dijo el vicealcalde Wu Qing en una rueda de prensa.
A partir del 1 de junio, las empresas ya no tendrán que solicitar la reanudación de tareas, sostuvo el funcionario, sin detallar qué otras restricciones se han eliminado.
Las autoridades municipales también anunciaron un plan de acción -que consta de 50 medidas- para impulsar la economía, destinado a ayudar a las empresas y promover el consumo.
Entre ellas figuran la aceleración de la emisión y el uso de deuda pública local, la petición a los bancos de que renueven los préstamos a las pequeñas y medianas empresas y el establecimiento de un canal verde para la aprobación de proyectos inmobiliarios.
Además, las autoridades tratarán de ayudar a las empresas afectadas por el confinamiento permitiéndoles retrasar el pago de los seguros y el alquiler, así como ofreciendo subvenciones en sus facturas de servicios públicos.
Se calcula que estas medidas, combinadas con otras que se pusieron en marcha a fines de marzo, reducirán la carga financiera de más de 300.000 millones de yuanes como consecuencia de la pandemia para los agentes del mercado durante todo el año, dijo Hua Yuan, subsecretario general del Gobierno municipal de Shanghái