En Rescaldina, Italia, los desplazados ucranianos se refugian en las antiguas casas de la mafia 'Ndrangheta. Una lección para demostrar a las organizaciones criminales que el capital se puede utilizar con fines sociales, comentan las autoridades.
Gilles Andre' Ielo es el alcalde de Rescaldina, esta pequeña ciudad de unos 14.000 habitantes a las afueras de Milán.
Nunca pensó que durante su primer mandato tendría que enfrentarse a los efectos de la guerra en Ucrania.
Esta localidad ha acogido a refugiados ucranianos, como Tetiana, que vino a Europa con su famillia tras sobrevivir a los horrores de su ciudad natal, Bucha.
Ahora, Tetiana vive en el pueblo pero no en cualquier vivienda. Reside en este casa, que solía pertenecer a la 'Ndrangheta italiana, una de las organizaciones mafiosas más poderosas del país.
Gracias al apoyo ofrecido por el alcalde y la comunidad local, alojarse aquí les hace sentirse de nuevo seguros.
"Cuando vine aquí por primera vez no me sentía bien después de haber vivido los bombardeos y haber visto morir a tanta gente. Hoy me siento mucho mejor", dice Galyna Tkach, la madre de Tetiana Prysiazhniuk.
Esta familia de cinco personas huyó justo antes de la ocupación rusa. No quieren hablar de como fueron aquellos días porque los recuerdan con dolor y tristeza.
A Tetiana, su nueva casa le recuerda a la que tenía antes, que se vió obligada a abandonar con su familia.
Espera que algún día puedan regresar.
"Nos gustaría volver allí sólo por una semana para ver a nuestros familiares, recoger nuestros documentos y__otros objetos personales y ver la casa. Luego volveríamos aquí", afirma Tetiana Prysiazhniuk.
El alcalde de esta localidad nos dice que la comunidad ha jugado un papel crucial.
"Estoy muy orgulloso de la forma en la que todos los miembros de la comunidad local han manejado esta situación de emergencia. Enfrentarse a tal contexto requería una respuesta inmediata y tengo que decir que este pueblo ha dado lo mejor de sí en este sentido", cometa enorgullecido Gilles André' Ielo, alcalde de Rescaldina.
El director de la Agencia Nacional de Gestión de Bienes Incautados explica que el uso de las propiedades confiscadas para estos fines humanitarios envía un mensaje simbólico a los criminales organizados.
Parece que la situación actual en Rescaldina beneficia a ambas partes. Tanto la familia de Tetiana como la comunidad de esta localidad italiana han podido por fin empezar una nueva vida.