Por Abraham Achirga
ABUYA, 6 jul - Alrededor de 300 reclusos huyeron el martes por la noche tras un presunto asalto de militantes del grupo islamistas Boko Haram a una prisión de la capital de Nigeria, Abuya, según informó un responsable del Ministerio del Interior nigeriano.
El asalto y la emboscada a un convoy de avanzada del presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, —que no estaba presente— con rumbo a su ciudad natal, en el estado septentrional de Katsina, pone de manifiesto los continuos problemas de seguridad de Nigeria, especialmente en las regiones del norte, donde abundan los insurgentes y las bandas armadas.
Shuaib Belgore, secretario permanente del Ministerio del Interior, dijo a los periodistas a las puertas de la prisión de Abuya —que cuenta con 900 reclusos— que un agente de seguridad murió durante la redada y otros tres resultaron heridos.
Dijo que los presuntos atacantes de Boko Haram tenían como objetivo miembros del grupo que estaban recluidos en la prisión.
"Vinieron específicamente a por sus cómplices, pero para llevárselos (...). Algunos de ellos están en la población general (de la prisión), así que se fugaron y otras personas de esa población también escaparon, pero muchos de ellos han regresado", dijo Belgore.
Añadió que más de 600 reclusos habían huido, pero la mitad habían sido recapturados, mientras continúa la persecución.
"Se han denunciado a la policía, algunos los hemos recuperado con éxito de los arbustos donde se escondían y (hasta) ahora hemos recuperado a unos 300 de los aproximadamente 600 que salieron de las celdas de la cárcel", dijo.
En el exterior de la prisión, el miércoles por la mañana se vieron los restos calcinados de varios vehículos con agujeros de bala, lo que atestigua que hubo tiroteos en las inmediaciones durante la redada.
Un helicóptero sobrevoló la zona cuando los agentes de seguridad armados traían a un recluso sin camisa que cojeaba con una herida abierta en la pierna, mientras otro recluso herido era llevado a la prisión.
Buhari no se encontraba en el convoy de coches que transportaba a un equipo de avanzada de guardias de seguridad, responsables de protocolo y medios de comunicación que se dirigían a Daura, la ciudad natal del presidente, cerca de la frontera con Níger, para preparar la festividad musulmana del Eid al-Adha.
"Los atacantes abrieron fuego contra el convoy desde posiciones emboscadas, pero fueron repelidos por los militares, la policía y el personal de seguridad que acompañaban el convoy", dijo un portavoz presidencial en un comunicado.