MADRID, 11 jul - La ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, instó el lunes a las empresas españolas a reducir las importaciones de gas natural licuado procedente de Rusia y a buscar alternativas y dijo que el país está preparando un plan de contingencia para el invierno con el fin de ayudar a los vecinos de la UE.
"Es deseable que las comercializadoras traten de reducir al máximo las importaciones de gas ruso y diversificar los contratos que puedan tener", dijo en una rueda de prensa.
En mayo de 2022, el GNL ruso supuso el 11,9% de las importaciones españolas de gas, frente al 6,6% del mismo mes de 2021.
España ha invertido mucho en las últimas décadas en capacidad de descarga y regasificación de GNL y tiene poca dependencia del suministro energético ruso. Europa ha tratado de reducir su dependencia del gas ruso desde la invasión de Ucrania.
Aunque está en mejor posición que la mayoría de los países europeos, Ribera dijo que España buscará ahorrar energía para liberar recursos que utilizar en "solidaridad" con los vecinos de la UE más expuestos.
"Nos preguntamos cómo se puede contribuir a ayudar a nuestros vecinos, sabiendo que es una de las reglas fundamentales de funcionamiento europeo", dijo.
El plan promoverá el "uso inteligente" de la energía para ahorrarla y la sustitución del gas por otras fuentes de energía.
El mayor gasoducto que lleva el gas ruso a Alemania comenzó el lunes su mantenimiento anual y se espera que los flujos se detengan durante 10 días, pero los Gobiernos, los mercados y las empresas temen que el cierre se prolongue debido a la guerra en Ucrania.