La ballena había sido extraída del río Sena luego de 6 horas de esfuerzo por parte de un grupo de buzos, socorristas y veterinarios; con el objetivo de salvar al mamífero, llevarlo a observación y liberarlo. Sin embargo, se decidió aplicarle la eutanasia para evitar prolongar su sufrimiento.
La ballena beluga que se había extraviado en el río Sena murió a pesar de los esfuerzos realizados para rescatarla. Durante su traslado desde la esclusa de donde fue extraída hacia el puerto francés de Ouistreham, al mamífero se le aplicó la eutanasia debido a su débil estado de salud.
"A pesar de una operación de rescate de la beluga sin precedentes, nos entristece anunciar la muerte del cetáceo", anunció la prefectura de Calvados en Twitter.
La ballena había sido rescatada del río Sena luego de 6 horas de esfuerzo por parte un grupo de buzos, socorristas y veterinarios, quienes se encargaron de vigilar la labor, la cual consistió en levantar al mamífero, de 800 kilogramos, con una enorme red remolcada por una grúa, para ponerlo luego en una barcaza. Allí fue atendido inmediatamente por una docena de veterinarios quienes precisaron que se trataba de un macho, al que le faltaba peso y que tenía varias heridas.
El agua cálida y estancada de la esclusa donde estuvo por varios días afectó gravemente su salud, al igual que su falta de apetito, por lo que los esfuerzos para alimentarla no tuvieron éxito. Los veterinarios la cuidaban con vitaminas y otros productos para intentar estimular su apetito.
Esta ballena fue vista por primera vez el 2 de agosto en el río Sena, lejos de su hábitat ártico de aguas frías, por lo que se catalogó su presencia en este río, como algo excepcional.
Los especialistas barajan varias opciones que puedan dar una explicación a estos fenómenos, como un exceso de contaminación sonora que los desorienta o una confusión producida por las modificaciones en las corrientes marinas debido al calentamiento global.