Uno de los paraísos naturales del sur de Europa está desapareciendo sin que España actúe para salvarlo
El delta del Ebro es uno de los ecosistemas más ricos del sur de Europa, pero años de abandono de las autoridades locales, regionales y nacionales lo han dejado a merced del cambio climático.
La desembocadura del río más caudaloso de la península ibérica sufre con la subida del nivel del mar y su superviviencia está en riesgo.
El paso de la tormenta Gloria, en 2020, que arrasó la zona, e hizo desaparecer de un plumazo entre otras 3.000 hectáreas de arrozales, lo puso de nuevo en la agenda política.
Sin duda la foto más representativa fue la de este restaurante en la playa de la Marquesa.
Maria Cinta Otamendi, dueña del restaurante, dice que solían estar "a 800 metros de la playa" y ahora tienen "el mar en la puerta" tras la borrasca Gloria.
En los arrozales se preparan ya para recoger en octubre la variedad especial de grano esta zona.
Pero a pesar de haber superado Gloria en 2020 y Filomena en 2021, los agricultores ven el futuro con pesimismo, precisamente porque no se han aprendido las lecciones del pasado. Marc Bartomeu explica que "están en una llanura al nivel del mar" y que "sufren las consecuencia de la inacción de las administraciones". Otros países como los Países Bajos, dice Bartomeu, llevan décadas actuando y pide lo mismo a las autoridades para que "el mar no invada nuestras casas". "No es cuestión de estimaciones, es algo que ya está pasando e irá a peor".
La Universidad Politécnica de Cataluña asegura que lo que ya sufren las playas del delta lo sufrirán centenares de playas en Europa entre 2050 y 2070.
Por eso la UE tiene en su lista de prioridades el salvamento la Laguna de Venecia, el Mar de Frisia y el Delta del Ebro.
De momento en España los planes integrales para salvar el delta del Ebro brillan por su ausencia.