El Consejo Superior de Naciones Unidas ha pedido la retirada de todos los efectivos militares del complejo, mientras Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de los ataques que han tenido lugar este mes
El Consejo Superior de Naciones Unidas sigue muy preocupado por la situación en la central nuclear de Zaporiyia. El organismo ha pedido la retirada de todos los efectivos militares del complejo, mientras Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de los ataques que han tenido lugar este mes. Kiev, por su parte, pidió al Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) que considere la posibilidad de establecer una presencia permanente hasta que el país recupere el control de la planta.
"La instalación no debe utilizarse como parte de ninguna operación militar, y debe alcanzarse un acuerdo sobre un perímetro seguro de desmilitarización que garantice la seguridad de la zona. Lamentablemente, a pesar de las numerosas llamadas y llamamientos, en lugar de una desescalada, seguimos viendo informes casi diarios de incidentes alarmantes relacionados con la planta", explicaba frente al consejo Rosemary DiCarlo subsecretaria general para asuntos políticos y de establecimiento de la paz.
El Organismo Internacional para la Energía Atómica lleva desde junio tratando de enviar una misión de expertos para evaluar la situación de la central. Rusia, en control de la planta, asegura que la visita podrá realizarse a principios de agosto y final de septiembre y alega preparativos técnicos para el retraso.