33 millones de personas se han visto ya afectadas por las inundaciones y más de 1000 personas han muerto, aunque se teme que la cifra sea mucho mayor.
Un tercio de Pakistán se encuentra ahora mismo bajo el agua. Eso son los escalofriantes datos que dan al menos desde el ministerio de Cambio Climático de este país, tras semanas de lluvias torrenciales. Las inundaciones y deslizamientos de tierra han afectado ya a 33 millones de personas.
Las imágenes hablan por sí solas de la situación en el país asiático. En Kohistan, al norte, quedaba grabado el espectacular y dramático rescate en helicóptero a un niño que iba a ser devorado por las fuertes corrientes.
Desde que comenzaran las lluvias en junio, más de 1000 personas han muerto, y se teme que la cifra aumente sensiblemente. Cientos de pueblos han quedado totalmente aislados y millones de personas se han quedado sin hogar.
"Aquí ha llovido mucho y el agua de la lluvia se ha mezclado con las aguas residuales", cuenta Badshak Khan, ciudadano de Sukkur, al este. "Nuestras casas se han derrumbado, así que estamos vagando para buscar algún refugio, ya que ahora estamos sin casa".
El Gobierno solicita más ayuda humanitaria
Desde el ministerio de Asuntos Exteriores han vuelto a insistir en la necesidad de Pakistán de recibir ayuda internacional: "algunos países han prometido ayuda y nos está llegando, pero necesitamos más para ayudar a millones de personas afectadas por las inundaciones", dijo a Efe el ministro de Planificación y Desarrollo, Ahsan Iqbal.
Estados Unidos, Reino Unido, China y Emiratos Árabes Unidos, entre otros países, han respondido al llamamiento del país pidiendo ayuda, pero se necesitan más fondos para responder a las peores inundaciones que vive Pakistán desde 2010, año en que más de 2.000 personas perecieron por las inundaciones.
Euronews ha podido hablar con el director ejecutivo de Islamic Relief, Waseem Ahmad, testigo sobre el terreno:
"Los aldeanos me mostraban dónde solían estar sus casas, dónde solían jugar los niños... Sus cultivos han desaparecido, su ganado ha desaparecido. En este momento hay miles de desplazados que necesitan desesperadamente cubrir sus necesidades básicas: agua, comida, refugio".
A medida que esa ayuda va llegando crece igualmente la preocupación por la aparición de enfermedades relacionadas con la mala calidad del agua, como pueda ser el dengue. La ayuda internacional, en efecto, urge.