Muchos de ellos aseguran que el turbulento viaje por la selva del Darién los acercó como familia y así esperan cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
PUBLICIDADEn la frontera entre México y Estados Unidos, cientos de personas pasaron su primera Navidad en la intemperie. Algunos llevan semanas, otros meses y hasta un año esperando abandonar Ciudad Juarez y cruzar hacia la ciudad de El Paso, Texas.
Sin embargo, sigue en pie el Titulo 42, la normativa de Estados Unidos que no permite la entrada de los solicitantes de asilo y autoriza las devoluciones en caliente.
Movidos por la solidaridad, algunos samaritanos, se acercaron a repartir donaciones, entre ellas juguetes para los niños.
"Veo a mucha gente necesitada, a mucha gente que no tiene dónde ir. Es un tema muy complejo en el que no soy un experto (...) Realmente lo hago porque en Navidad todo consiste en dar", dice Daniel Morgan, voluntario que ha viajado desde El Paso con otros conocidos.
Esa solidaridad ha permitido a muchos migrantes comer y resguardarse del frío en los refugios. Pero no pueden bajar la guardia. Su misión es cruzar la frontera, no importa cuánto tiempo les tome. Loreta María Salgado lleva un año intentándolo.
"Salí de Cuba hace un año, salí de La Habana a la Guayana Inglesa, crucé por Brasil, luego crucé Perú, crucé Ecuador, luego estuve en Colombia. De Colombia pasé por la selva, una experiencia muy mala. El cuarto día que estuvimos en la selva éramos un grupo de cubanos. Murió un amigo mío, mordido por una serpiente. Al cuarto día ya no teníamos comida ni agua", relata Salgado.
"Otra chica y yo nos desmayamos como tres veces. Tuvimos que coger agua del río. Vimos muchos muertos, vimos gente a la que robaban, gente a la que violaban. Lo vimos todo. Gracias a Dios, llegamos al campamento y allí nos ayudaron, nos llevaron a las autoridades de migración", concluye.
Loreta y otros caminantes esperan que la medida migratoria de Estados Unidos se suspenda, como se pensaba que pasaría a principios de diciembre.
Muchos de ellos aseguran que el turbulento viaje por la selva los acercó como familia y así esperan cruzar la frontera.
El Título 42 se ha utilizado más de 2,5 millones de veces para expulsar a solicitantes de asilo que cruzaban de forma irregular a Estados Unidos y para rechazar a la mayoría de los que solicitaban asilo en la frontera.