Otro objetivo importante es reducir la influencia de las Fuerzas Armadas en la política, pues los militares ganaron poder en el gobierno de Bolsonaro como no se veía desde la dictadura militar.
Todas las miradas convergen en la investidura de Lula da Silva y sus desafíos al frente de Brasil, el país más grande de América Latina.
Un país políticamente dividido
Un país azotado por la gran desigualdad económica y políticamente dividido, en el que se anuncia un cambio político, tras cuatro años de gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
El regreso al poder de Lula, icónico líder de izquierda de 77 años que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, se an uncia particularmente complicado por la inflación, la desaceleración económica y casi 10 millones de personas viviendo bajo el umbral de la pobreza.
Regreso triunfal de Lula tras las acusaciones de corrupción
La vuelta al poder de Lula representa además un regreso personal triunfal tras las acusaciones de corrupción que lo llevaron a 580 días de prisión.
La educación y la sanidad, sectores muy afectados por la pandemia son otros grandes retos a los que el gobierno de Lula tendrá que hacer frente, si pretende cumplir su promesa electoral de más gasto e inversión social, al tiempo que sanea las cuentas públicas.
Adoptar una política de gasto público equilibrada
Lula tendrá que adoptar una política de gasto público equilibrada y elaborar una alternativa a la actual regla de techo del gasto.
Otro objetivo importante es reducir la influencia de las Fuerzas Armadas en la política, pues los militares ganaron poder en el gobierno de Bolsonaro como no se veía desde la dictadura militar.
El gran desafío medioambiental de la Amazonía
Por último, está el desafío medioambiental del cambio climático y la protección de la Amazonía, que incluye la deforestación desenfrenada del considerado pulmón del planeta, que absorbe millones de toneladas del dióxido de carbono presentes en la atmósfera.