Este jueves, Moscú ha asegurado que está bloqueando la entrada de las fuerzas ucranianas en Bajmut e impidiendo la llegada de refuerzos, lo que sugiere que las fuerzas rusas están a punto de tomar la ciudad.
PUBLICIDADLos soldados ucranianos llevan semanas cavando trincheras crear una segunda línea de defensa en caso de que tengan que retirarse de Bajmut.
Este jueves, Moscú ha asegurado que está bloqueando la entrada de las fuerzas ucranianas en Bajmut e impidiendo la llegada de refuerzos, lo que sugiere que las fuerzas rusas están a punto de tomar la ciudad.
"Los grupos de asalto Wagner prosiguen las operaciones militares de alta intensidad para expulsar al enemigo de los distritos centrales de Artiomovsk (nombre ruso de Bajmut)", indicó el Ministerio de Defensa ruso en su informe diario.
"Las tropas aerotransportadas (rusas) están apoyando a los grupos de asalto en los flancos, bloqueando al ejército ucraniano el envío de reservas a la ciudad y la posibilidad de una retirada (de Bajmut) de las unidades enemigas", continuó.
Pero el líder del grupo mercenario Wagner, Yevgeny Prigozhin, líder de la ofensiva rusa, es más cauto con sus perspectivas. Este afirma que se están librando combates “difíciles y sangrientos, por lo que es prematuro hablar de un cerco completo de Bajmut". No obstante, también aseguró que el 80 % de la ciudad está bajo control ruso.
Por su parte, el Ejército Ucraniano prefiere hacer hincapié en las bajas que la esta batalla le está costando al enemigo. El Estado Mayor ucraniano reconoce que sigue siendo uno de los objetivos más difíciles de la línea del frente, pero subraya que Rusia ha perdido unos 4 500 soldados del ejército regular y mercenarios en las últimas dos semanas.
La ciudad, de unos 70 000 habitantes antes del conflicto, ha quedado devastada por los intensos combates durante los últimos meses.
Debido a la duración de la batalla y a las cuantiosas pérdidas sufridas por ambos bandos, Bajmut se ha convertido en un símbolo de la lucha entre rusos y ucranianos por el control de la región industrial de Dombás, que es el objetivo declarado de Moscú.