Yevgeny Prigozhin acusa al Ejército ruso de bombardear uno de sus campamentos y Moscú ha abierto una investigación contra él por llamar al motín.
Wagner llama a sublevarse contra el mando militar ruso en medio de los tensos combates en Ucrania. Este viernes, un bombardeo ruso en la región ucraniana de Jersón ha dejado al menos dos fallecidos.
Además, las Fuerzas Aéreas ucranianas han informado de que han derribado 13 misiles de crucero rusos dirigidos contra un aeródromo militar en el oeste del país.
Mientras tanto, el jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgeny Prigozhin, ha acusado al Ejército ruso de llevar a cabo ataques mortales contra campamentos de sus combatientes detrás del frente ucraniano, llamando a sublevarse contra el mando militar.
En un mensaje de audio, Prigozhin declaró que estos ataques causaron un "número muy elevado de bajas".
El Ministerio de Defensa ruso ha negado todas estas afirmaciones y las autoridades han abierto una investigación contra el jefe de Wagner por "llamar al motín".
El FSB llama a los hombres del grupo Wagner a detener a Prigozhin
Los servicios de seguridad rusos (FSB) acusaron al jefe del grupo paramilitar Wagner de incitar a la guerra civil al llamar a la sublevación contra el Estado Mayor, e instaron a sus hombres a desobedecerle y detenerle.
"Las declaraciones y acciones de Prigozhin son en realidad un llamamiento a iniciar un conflicto civil armado en territorio ruso (...) Pedimos a los combatientes del grupo paramilitar Wagner que no cometan un error irreparable, que dejen de usar la fuerza contra el pueblo ruso, que no cumplan las órdenes criminales y traicioneras de Prigozhin y que tomen medidas para detenerlo", declaró el FSB, citado por las agencias de noticias rusas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, "ha sido informado de todos los acontecimientos en torno a (Yevgeny) Prigozhin. Se están tomando las medidas necesarias", declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por la agencia de noticias TASS.
Esta guerra abierta entre el mando militar y el grupo Wagner pone de manifiesto las profundas tensiones existentes en el seno de las fuerzas rusas implicadas en el conflicto ucraniano.
Reacción de Kiev
El Ministerio de Defensa ucraniano declaró que estaba "observando" los acontecimientos. El jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kyrylo Boudanov, afirmó que las facciones rusas rivales habían empezado a "devorarse mutuamente por poder y dinero".
Por otro lado, Ucrania ha reconocido que la contraofensiva avanza más despacio de lo deseado, pero avanza.
Unas afirmaciones que también corroboró el jefe de Wagner, contradiciendo las declaraciones del Kremlin de que la contraofensiva de Kiev había fracasado. "El Ejército ruso se está retirando en varios sectores del sur y el este de Ucrania", afirmó el viernes Prigozhin.
El Ministerio de Defensa ruso dice, sin embargo, que las fuerzas ucranianas se preparan para atacar la ciudad de Bajmut, en el este de Ucrania, y destacan que "aprovechan la provocación de Prigozhin para desestabilizar la situación".