El Parlamento italiano debate, actualmente, un proyecto de ley que pretende convertir la maternidad subrogada en delito universal. Los municipios que, hasta ahora, concedían certificados de nacimiento reconociendo a los padres del mismo sexo, han sido emplazados por el Gobierno a dejar de hacerlo.
PUBLICIDADEl Parlamento italiano debate, actualmente, un proyecto de ley que pretende convertir el recurso a la maternidad subrogada en el extranjero, en un delito universal. Si se vota a favor, y el proyecto sale adelante, los ciudadanos italianos que vayan a países donde esta práctica sea legal, se arriesgarían a la reclusión y a una multa.
Al mismo tiempo, el Gobierno endurece su postura hacia las familias homoparentales. Los municipios que, hasta ahora, concedían certificados de nacimiento reconociendo a los padres del mismo sexo, han sido emplazados a dejar de hacerlo.
Los reporteros de Euronews, Valérie Gauriat y Davide Raffaele Lobina, recorrieron Italia para conocer la situación de varias familias que se han visto afectadas por esta situación.
La gestación subrogada en el extranjero está considerada como un delito
Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, y su partido de derechas, apoyados por el Gobierno de coalición, quieren que el Parlamento vote un proyecto de ley que penalice a los ciudadanos italianos que recurran a la gestación subrogada en países donde es legal.
Debora Lucani y Michele Belloli se casaron en 2012, con el sueño de formar una familia numerosa. Pero, a Debora le diagnosticaron ‘endometriosis aguda’. Un embarazo sería demasiado arriesgado para ella. Tras intentar adoptar niños, en vano, se plantearon la gestación subrogada en el extranjero, ya que esta práctica es ilegal en Italia.
"Volvemos a quedarnos bloqueados por este proyecto de ley. Todo el mundo tiene miedo", señala Debora Lucani. Si el proyecto de ley se aprueba, la pareja podría enfrentarse a penas que alcanzan los dos años de reclusión, a una gran multa, si siguen adelante con su proyecto.
Ofensiva contra las familias homoparentales.
En Italia, la adopción y las técnicas de procreación médicamente asistida están prohibidas para las parejas del mismo sexo. Quienes han encontrado opciones en el extranjero han podido registrar en los últimos años, en algunas ciudades italianas, los certificados de nacimiento de sus recién nacidos. Unas partidas de nacimiento en las que se reconoce a ambos progenitores.
Pero, el Gobierno ha emplazado a los Ayuntamientos italianos a dejar de hacerlo. En Padua, localidad situada en el norte de Italia, la denegación de la paternidad a personas del mismo sexo, ha dado un paso sin precedentes. La fiscalía de Padua ha impugnado recientemente treinta y tres certificados de nacimiento de niños, nacidos de parejas de lesbianas, que se remontan a 2017.
Irene Amoruso y Laura Bau’ se casaron en Canadá. Sus hijos, Alessandra y Davide, nacieron por fecundación in vitro en el extranjero. Se les notificó que se rectificaría el certificado de nacimiento de Alessandra, cancelando el apellido de la llamada madre ‘no biológica’. Ahora, esperan la misma notificación con respecto a su hijo Davide. Si un tribunal confirma la medida del fiscal, sus hijos dejarían de ser, oficialmente, hermanos.
La solución sería que solicitaran la adopción en ‘casos especiales’, pero el Tribunal Constitucional ha subrayado que este procedimiento no protege suficientemente el interés del niño, y que el Parlamento debería poner fin a este ‘vacío legislativo’.
"Una ley sería útil, siempre que no venga del Gobierno actual", concluye Irene Amoruso.