Se celebran bajo ley marcial y con candidatos y votantes coaccionados para participar en ellas. El Gobierno ucraniano considera participar en ellos alta traición.
PUBLICIDADEn otoño de 2022, Moscú estableció la ley marcial en cuatro regiones ucranianas ocupadas ilegalmente, pocos días después de su anexión.
Vladímir Putin firmó la ley que permite celebrar elecciones bajo este régimen y siguiendo ciertas condiciones.
Votar desde Rusia
Los dirigentes nombrados por el Kremlin actualmente al mando de estos territorios tienen derecho a introducir cambios en la organización de estos mal llamados comicios. Por ejemplo, realizar la votación en colegios electorales fuera de la región, en Rusia.
"Las elecciones en la Rusia de Putin son un procedimiento ritual, comenta el politólogo ruso Dmitri Oreshkin. "No pueden llamarse elecciones como mecanismo para cambiar el poder durante mucho tiempo. Su significado es el siguiente: en primer lugar, es propaganda, cuando es necesario mostrar al mundo entero que la situación está bajo control. El segundo es el significado ritual. Es muy importante para una gran parte del electorado de Putin para tener una imagen que muestra que todo está funcionando. Y el tercero es una prueba. Una prueba de la eficacia de los jefes regionales. Este procedimiento no tiene nada que ver con la democracia".
Candidatos y votantes a la fuerza
Periodistas independientes rusos han averiguado que en torno al 70% de los candidatos que participan en estas elecciones orquestadas por Moscú son habitantes de las zonas ocupadas.
Al igual que con el particular "referéndum" que condujo a la anexión de Crimea en 2014 y los posteriores para la incorporación de otras cuatro regiones en 2022, la posibilidad de que los ciudadanos sean coaccionados para presentarse como candidatos y también para depositar la papeleta se considera muy elevada.
Las autoridades ucranianas interpretan participar en ellos un acto de colaboración con el enemigo y es considerado alta traición.
"La Convención de Ginebra, de las que Rusia también es formalmente parte, prohíbe categóricamente la celebración de elecciones por parte del agresor en territorio ocupado", explica Oleksiy Haran, profesor de Política Comparativa del Instituto Moguila. "Estas elecciones no existen para nosotros. Ni para toda la comunidad internacional. Se trata de un espectáculo propagandístico".
Los países occidentales no reconocieron los resultados de los referendums para la incorporación de Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia y ha condenado las acciones de Moscú.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski firmó posteriormente un decreto declarando nula la legislación rusa relacionada con las regiones de su país.