La decisión de Giorgia Meloni se da en el contexto de la visita de Ursula von der Leyen a la isla de Lampedusa, a quien la primera ministra italiana invitó personalmente para que pudiera constatar la gravedad de la situación que Italia enfrenta.
PUBLICIDADLampedusa, la pequeña isla italiana en el Mediterráneo, sigue siendo un punto de llegada para migrantes, a pesar de la reciente visita de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. La mañana del lunes, una embarcación con 33 personas a bordo llegó a sus costas, y horas más tarde, la Guardia di Finanza rescató a 144 migrantes, incluyendo niños, quienes fueron trasladados al puerto de la isla.
Esta situación ha llevado a Giorgia Meloni a tomar nuevas medidas para abordar el aumento reciente en la llegada de migrantes a las costas italianas. Estas medidas buscan abordar las críticas de sus opositores políticos, quienes la acusaron de manejar de manera deficiente la reciente crisis migratoria. Según el nuevo decreto, los migrantes irregulares podrían ser retenidos por un período de hasta 18 meses en centros de recepción antes de ser repatriados en caso de que no califiquen para el asilo. Además, el decreto prevé la creación de más centros de expulsión en todo el país.
Estas acciones de Meloni se dan en el contexto de la visita de Ursula von der Leyen a Lampedusa, a quien la primera ministra invitó personalmente para que pudiera constatar la gravedad de la situación que Italia enfrenta. Este gesto busca presionar a la Unión Europea a ofrecer más ayuda y acelerar la implementación del reciente acuerdo con Túnez. Con esta iniciativa, Meloni busca demostrar que la coalición gobernante sigue unida, a pesar de los rumores recientes que sugerían divisiones dentro del Gobierno.
Es importante destacar que el fracaso en controlar la migración no solo podría socavar la estabilidad del partido de Meloni, ya que esto fue una de sus principales promesas de campaña, sino que también podría poner en peligro la estabilidad del propio Gobierno. Por lo tanto, estas medidas y esfuerzos para abordar la crisis migratoria en Italia siguen siendo un tema candente en la política italiana y europea. La resolución de esta cuestión sigue siendo un desafío importante para todas las partes involucradas.