Cristina Cabaña conseguía uno de los bronces de la categoría de menos de 63 kilos. Este jueves, los pesos pesados.
PUBLICIDADSegunda jornada de combates en el Grand Slam de Yudo de Abu Dabi, testigo este miércoles de algunos momentos realmente electrizantes.
Como por ejemplo la final de menos de 63 kilos, donde la poderosa canadiense Beauchemin-Pinard se hacía con la medalla de oro gracias un gran momento de inspiración que encendió a la grada.
"La técnica que hice fue la del ura-nage", explicaba después Beauchemin-Pinard. "De manera que cuando atacó, la cogí a medio camino. Salió todo de mis piernas, fui capaz de levantarla y girar en el aire. Es una técnica masiva y no lo hago a menudo, pero cuando funciona es un gran ippon".
Max-Hervé George, director ejecutivo de Icona Capital, colgaba a canadiense el que es el segundo oro para este país en Abu Dabi. La española Cristina Cabaña se hacía por su parte con uno de los bronces.
En menos de 73, el peligroso uzbeko Shakram Ahadov llegaba a este Grand Slam dispuesto a demostrar su valía tras el bronce del año pasado. En una final espectacular derrotó al kosovar Akil Gjakova y logró su primer oro de Grand Slam.
Otabek Umarov, vicepresidente del Consejo Olímpico de Asia, entregó las medallas.
"Me siento muy relajado aquí en Abu Dabi", decía después el campeón, "como si estuviera en Uzbekistán, en casa. Me encanta Abu Dabi. El año pasado gané aquí el bronce y ahora mi primer oro de Grand Slam. Espero que en los próximos eventos y en los Juegos Olímpicos gane el oro y defienda el honor de Uzbekistán".
Y contundente victoria de Madina Taimazova en menos de 70 ante la estrella emergente sueca, Ida Eriksson. El presidente de CEDCO Hungría, Michael Michaely, hizo los honores en el podio.
Buena actuación de los locales
La final de menos de 81 kilos fue espectacular. David Karapetyan contra Frank De Wit, con ambos yudocas volando por los aires en un combate de expertos que cayó finalmente del lado de Karapetyan. Puro yudo.
Mohammed Bin Thaaloob Alderei, presidente de la Federación de Yudo de los Emiratos Árabes Unidos, entregó los metales.
El país anfitrión se presenta en este Grand Slam con un equipo a tener en cuenta. Y el bronce de este miércoles conseguido por Nugzari Tatalashvili en menos de 81 es el mejor ejemplo. La alegría del propio presidente de la Federación hablaba por sí sola. Los emiratíes suman ya dos medallas.
Una manera mágica de terminar el segundo día del torneo, y a la espera de la disputa de los combates más esperados: los de los pesos pesados.