Los ladrones están obligando a los productores a cosechar temprano y conformarse con rendimientos más bajos.
Un incremento récord mundial en los precios del aceite de oliva ha presentado una oportunidad a los delincuentes de todo el Mediterráneo.
Las pandillas usan motosierras para cortar ramas y talar árboles enteros
Los robos en almacenes, las estafas contables y hasta la adulteración del aceite ha aumentado en los centros olivareros de Grecia, España e Italia. Y cada vez con mayor frecuencia, las pandillas utilizan motosierras para cortar ramas y talar árboles enteros en arboledas no vigiladas.
“Ellos (los ladrones) buscan ramas muy cargadas y las cortan. Así que no sólo nos roban la aceituna, sino que causan graves daños al árbol. Se necesitan de cuatro a cinco años para que vuelva a la normalidad. Es trágico lo que hacen”, dice Neilos Papachristou, que regenta una almazara.
Los ladrones están obligando a los productores a cosechar temprano y conformarse con rendimientos más bajos
En esta empresa familiar en las afueras de Atenas, los ladrones están obligando a los productores a cosechar temprano y conformarse con rendimientos más bajos para tratar de evitar daños a largo plazo.
El mercado mundial del aceite de oliva se ha visto perturbado por una sequía de casi dos años
“El año pasado, 3,7 kilogramos de aceitunas daban para un kilogramo de aceite. Ahora que son cerca de 10 kilos de aceitunas por un kilo de aceite, por mis 600 kilos de aceitunas me saldrán 60 kilos de aceite. El año pasado obtuve 180”, explica Christos Bekas, oleicultor.
Tras de décadas de crecimiento, el mercado mundial del aceite de oliva se ha visto perturbado por una sequía de casi dos años. Los productores creen que el problema de los próximos meses no serán los precios altos, sino una producción insuficiente frente la alta demanda mundial.