En algunas de las regiones afectadas por el terremoto, las temperaturas nocturnas bajan hasta -14°C, mientras los habitantes de la zona no tienen más remedio que construir refugios improvisados para intentar huir del frío.
Los supervivientes del terremoto que azotó el noroeste de China esta semana están soportando condiciones de clima extremo. Muchas casas se derrumbaron con el seísmo, de magnitud 6,2, que fue el más mortífero de la región en casi una década.
En la provincia de Gansu se han entregado y montado más refugios improvisados en los puntos de asentamiento de las aldeas de la zona después del terremoto que mató a al menos 135 personas e hirió a más de 900.
12 personas desaparecidas en Qinghai
Casi 15.000 viviendas se derrumbaron en Gansu y más de 87.000 personas han tenido que dejar sus casas. Muchos pasaron la noche en refugios instalados en la zona mientras las temperaturas caían muy por debajo del punto de congelación.
Según las previsiones meteorológicas, en los próximos días las temperaturas podrían bajar hasta -14°C por la noche en la zona. Mientras tanto, continúa la búsqueda de supervivientes bajo los escombros en dos aldeas de la provincia vecina de Qinghai, donde hay 12 personas desaparecidas en una zona donde los deslizamientos de tierra derrumbaron las casas.