Las protestas agrícolas en España se hacen eco del descontento europeo y se intensifican este martes por todo el país, donde las tractoradas bloquean importantes vías e infraestructuras.
PUBLICIDADLos agricultores y ganaderos españolesse han echado a las carreteras de numerosas provincias del país este martes para redoblar su presión en una nueva muestra de adhesión a la ola de descontento agrícola que recorre Europa.
Los manifestantes reclaman mejores remuneraciones por sus productos, protección frente a las importaciones de países de fuera de la UE y una menor carga de tareas administrativas, entre otras demandas que van en sintonía con las de sus colegas europeos.
La Dirección General de Tráfico informa de cortes y retenciones en varios tramos de autopistas, autovías y otras carreteras por toda España. La circulación se ha visto interrumpida a lo largo de la jornada por protestas y bloqueos con tractores en vías estratégicas como la A2, la A3, la A4 o la A5, en diferentes puntos de la geografía española.
Las movilizaciones han provocado además cortes en algunos accesos a la región capitalina de la Comunidad de Madrid, y han bloqueado el puerto de Málaga y otras infraestructuras.
La Unión Europea otorga nuevas concesiones
La creciente oleada de protestas por Europa ha conseguido arrancar concesiones de las autoridades comunitarias y de países del bloque como Francia. La última, este mismo martes, cuando la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció su intención de retirar una propuesta del Ejecutivo comunitario para reducir sustancialmente el uso de pesticidas, sin que de momento se haya aclarado cuándo se redactarán nuevas iniciativas.
Aunque la propuesta había languidecido en las instituciones de la UE durante los últimos dos años, el anuncio de Von der Leyen supone el último indicio de que el bloque está dispuesto a sacrificar o atenuar las prioridades medioambientales para mantener al sector agrícola de su lado.
Los agricultores han insistido en que, medidas como la relativa a los pesticidas, solo aumentarían las trabas burocráticasy aumentarían la brecha de precios entre sus productos y las importaciones baratas producidas por agricultores extranjeros que no enfrentan cargas similares.
Las elecciones parlamentarias de la UE están programadas para junio, y la difícil situación de los agricultores se ha convertido en un punto central de la campaña, que ha desplazado en las últimas semanas a las prioridades climáticas.
En el marco de su muy publicitado Pacto Verde Europeo, la UE se ha fijado como objetivo una reducción del 50% en el uso general de pesticidas y otras sustancias peligrosas para 2030. La propuesta ha recibido críticas tanto de los ecologistas, por un lado, que afirman que sería insuficiente para alcanzar los objetivos de sostenibilidad, como de los grupos agrícolas, que insisten en que su aplicación sería inviable y conduciría a los agricultores a la quiebra.