La decisión de Emmanuel Macron se ajusta a los deseos de estos comerciantes. Sin embargo, según el Elíseo, estas zonas podrían cerrarse al público durante la ceremonia de apertura de la cita olímpica que tendrá lugar este verano.
El presidente francés ha puesto fin a meses de polémica al decidir que los conocidos "bouquinistes", vendedores de libros de segunda mano y anticuarios instalados a orillas del Sena desde el siglo XVII, permanezcan donde están durante el transcurso de los Juegos Olímpicos de París.
La decisión de Emmanuel Macron se ajusta a los deseos de estos comerciantes. Sin embargo, según el Elíseo, estas zonas podrían cerrarse al público durante la ceremonia de apertura de la cita olímpica que tendrá lugar este verano.
A finales de julio de 2023, los libreros fueron informados de que, por razones de seguridad, deberían abandonar temporalmente su lugar habitual de venta en las orillas del río parisino. Una medida que, finalmente, no se llevará a cabo.